Los sectores más afectados por el «burnout» son los relacionados con los cuerpos y fuerzas de seguridad y la sanidad. Es un síndrome provocado por el estrés laboral continuado que termina convirtiéndose en crónico. Los trabajadores que lo padecen sufren cuadros de ansiedad y un estado de cansancio mental y físico completo, que llega a afectar a su autoestima, personalidad y forma de trabajar.
Además, pierden el interés por los objetivos de la empresa y adoptan una actitud negativa hacia su puesto de trabajo. Sandra Esparza, coordinadora del grupo de trabajo de Psicología Privada del Colegio de Psicólogos de la Región de Murcia, enumera los factores que provocan el «síndrome del trabajador quemado»: los turnos, salarios bajos o grandes cargas de trabajo
Desde su registro como enfermedad laboral no ha dejado de extenderse. En 2019 la Organización Mundial de la Salud señalaba que un 10% de los profesionales lo habían experimentado en todo el mundo, una cifra que la compañía de recursos humanos Adecco elevaba al 39% en 2021.
Entre las medidas que se deberían adoptar según esta experta la más destacada es la que permita a los trabajadores conciliar la vida laboral y familiar con horarios flexibles, respetar los tiempos de descanso con lo que se evitaría el absentismo y las bajas laborales.