Toda una generación ha trabajado (y trabaja) a destajo para que sus hijos pudiesen estudiar y acceder a un puesto de trabajo menos precario y desconsiderado que el suyo. “El hijo del obrero a la universidad”, gritaban. Los jóvenes han respondido al sacrificio de sus padres con esfuerzo académico y resultados, pero, si bien el saber no ocupa lugar, en España da muchas menos garantías que en el resto del continente. El país ostenta el cuestionable honor de ser el que más trabajadores con empleos inferiores a su cualificación acoge de toda la Unión Europea (UE).
Lo datos publicados por Eurostat -oficina estadística europea- ya posicionaban a España en 2005 como el país con mayor sobrecualificación entre sus ciudadanos, con un 35,6%. Casi 20 años después (los últimos datos publicados se refieren a 2022), el estudio revelado la pasada semana evidencia que la situación, lejos de mejorar, ha emporado. Incluso sumando más Estados al cálculo, el nuestro sigue siendo el peor situado y su tasa se ha elevado hasta el 36%, por delante de Turquía (35,9%) y Grecia (32,4%) y muy lejos de la media de los Veintisiete (22,2%).
Esta empleabilidad por debajo del nivel de cualificación supone, en la mayoría de los casos, el cobro de un salario que también es inferior al que debería corresponder a los empleados por su preparación. El informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), relativo a la evolución del poder adquisitivo de los trabajadores entre 2001 y 2021, evidencia esta tesis. Es más, los trabajadores españoles tienen prácticamente el mismo poder adquisitivo que hace dos décadas (+0,7%), una realidad extendida en los países mediterráneos y alejada de la revalorización media (37%).
¿Qué países tienen los mejores datos?
El caso de España no es único, pero tampoco mayoritario. El país es el único, junto con Turquía, Grecia y Chipre, con una sobrecualificación superior al 30%. Con datos elevados aparecen también Irlanda (28,6%) y Austria (27,8%). El groso de las economías europeas se sitúan en torno a la media y entre tantas destaca Luxemburgo con un dato del 6,8%. Por debajo de la barrera del 15% aparecen también Suecia (13,6%), Dinamarca (14,3%), Hungría y República Checa (ambas con un 14,4%) y Portugal (14,9%).
De los mejor posicionados en esta materia, República Checa es el que más se destaca en la evolución del poder adquisitivo de los trabajadores, habiendo crecido este un 82,4% entre 2001 y 2021. Los checos ocupan la tercera posición del ranking de la OCDE, tan solo por detrás de Lituania (177,9%) y Estonia (154,3%), y aventajan a las grandes economías mundiales y europeas. Las mediterráneas, una vez más, son las más castigadas, lejos de Estados Unidos (30%), Reino Unido (23,2%), Francia (21,5%), Alemania (17,7%) o Países Bajos (10,5%).
España, el país con más trabajadores infravalorados de Europa (elplural.com)