La negociación del ERE de Telefónica ha elevado un grado su temperatura en la primera discusión real entre las partes tras los encuentros para presentar documentación. La empresa ha trasladado que, si no hay una voluntariedad suficiente, ejecutará despidos forzosos, algo a lo que se oponen las fuerzas sindicales, que, además, han denunciado la «incongruencia» de las cifras presentada por la empresa.
La compañía señaló que el ERE afectaría a mayores de 55 años (nacidos en 1968 y antes), pero en las filiales afectadas no hay tantas personas que cumplan el criterio para cubrir las 5.124 bajas propuestas por Telefónica. Esto se debe a que el informe de Telefónica recoge el excedente total de puestos de trabajo que calcula sin incluir la variante de edad.
Varias fuentes señalan a EL MUNDO que la compañía no se ha pronunciado sobre si adaptará el ERE para que se puedan acoger personas de otras edades o limitará el número de bajas a los aproximadamente 4.000 trabajadores con más de 55 años que hay en las tres compañías afectadas (Telefónica España, Telefónica Móviles España y Telefónica Soluciones), que suman una plantilla total de 16.000 trabajadores.
La empresa justifica el procedimiento, entre otros motivos, por la transformación digital y las nuevas capacidades necesarias para los trabajadores, así como por el apagado de la red de cobre y el fin del despliegue de la fibra, lo que hace que muchos empleados ubicados en estas áreas no tengan ahora una función que desempeñar. En este discurso, el foco parece estar más centrado en los excedentes funcionales de la plantilla que en la edad de los trabajadores.
POSIBLES DESPIDOS FORZOSOS
Por otro lado, otro de los puntos centrales de discrepancia entre sindicatos y empresa es la posibilidad de que, en caso de que no haya una adhesión voluntaria suficiente al despido colectivo, la empresa ejecute despidos forzosos.
La opción ya estaba sobre la mesa, pero se ha manifestado en los intercambios entre compañía y sindicatos en las conversaciones del lunes, lo que ha provocado el rechazo frontal de las organizaciones que representan a la plantilla (UGT, CCOO y Sumados-Fetico).
En caso de consumarse esta posibilidad, se trataría de un cambio de paradigma respecto a la forma que ha venido afrontando los recortes de plantilla Telefónica, que ha primado siempre la voluntariedad y la mantención de la llamada ‘paz social’ entre la plantilla.
«UGT no considera aceptable que el resultado de la robotización, de la automatización y del uso de herramientas de IA redunde en destrucción de empleo y por tanto, no comparte ni el alcance propuesto fijado en 5124 puestos de trabajo, ni la división realizada entre áreas y actividades de la compañía afectadas o no, a criterio de la empresa, por el despido colectivo», señalan este sindicato en un comunicado
Los sindicatos han ligado el acuerdo en el ERE a la prórroga del convenio colectivo, una negociación en el que de momento las posiciones se mantienen enfrentadas entre empresa y trabajadores. Las partes han acordado intensificar las negociaciones con reuniones el miércoles y el jueves para avanzar en los despidos y el martes, miércoles y jueves para negociar el convenio colectivo.
Con todo, se espera que las indemnizaciones propuestas no se conozcan antes de la semana que viene, cuando la compañía termine con la explicación de las razones por las que cree necesario el despido colectivo.