La OCDE advierte de la pérdida de poder adquisitivo entre los asalariados que menos ganan. La organización observa que la inflación “al reducir los bienes y servicios que se pueden adquirir con una cantidad de dinero determinada” está reduciendo el valor real de los salarios, en definitiva, provoca una pérdida de poder adquisitivo en los salarios, sin que se dé una bajada explícita en los mismos. Aun así, la organización reconoce que los mercados laborales tienen tasas de inactividad más bajas, los salarios nominales han subido y hay menos puestos vacantes. Según se recoge en el informe OECD Employment Outlook 2023.
En el primer trimestre de este año 2023, a pesar del incremento de los salarios, el salario anual real cayó un 3,8% en promedio en 34 países de la OCDE. Una dinámica que es aún más perjudicial para los trabajadores de ingresos bajos, ya que estos tienen que destinar un porcentaje mayor de sus retribuciones a gastos recurrentes como alimentación, luz, agua, gas, hipoteca etc.
Una de las recomendaciones que da la OCDE, pide elevar el salario mínimo y potenciar la negociación colectiva. El documento señala que los salarios mínimos legales han seguido el ritmo de la inflación gracias a los incrementos puntuales, pero advierte que los salarios negociados en convenios colectivos han disminuido en términos reales debido a que se está reaccionando con cierto retraso a la escalada inflacionaria.
En España, la buena noticia viene de la mano de la caída en la temporalidad, y la no tan buena, de la mano de la automatización. Es de los países del entorno de la OCDE en los que más ha descendido el número de contratos temporales. El documento destaca que, de media, el peso de la contratación temporal bajó del 49% en 2019, al 46% en 2022 y, junto a Noruega, Suecia, Eslovaquia e Irlanda, se anota uno de los mayores descensos.
Más inquietante es el dato que señala que el 28% del empleo en España corre alto riesgo de automatización, por encima de la media de la OCDE (27%). Sobre esto, se ha apuntado que no hay evidencias de que la inteligencia artificial haya hecho retroceder el empleo por el momento. Aunque el informe sí advierte que su auge obligará a formular las competencias necesarias para acceder al mercado laboral y, probablemente, afecte a largo plazo a los empleos menos cualificados, ya que son más susceptibles de automatizarse.
Márgenes empresariales, inflación y salarios
En el conjunto de los países que componen la organización, entre diciembre de 2020 y mayo de 2023, los salarios mínimos legales aumentaron un 29% y los precios medios aumentaron un 24,6% en promedio durante el mismo periodo. Cara al futuro, es importante certificar que los salarios mínimos legales continúen ajustándose, apunta el escrito, que además descarta que el SMI contribuya significativamente a alimentar la inflación.
En cuanto a los salarios negociados en convenio, la OCDE afirma que pocas veces se ajustan inmediatamente a la inflación y proyecta un crecimiento de alrededor del 4% en el área total de la organización durante este año, siendo de un 3,5% en 2024. Uno de los riesgos que suelen esgrimirse contra las subidas salariales es que estas pueden provocar espirales inflacionistas. Es decir, las empresas elevan los precios para mantener su margen de beneficios en contextos de crisis, los trabajadores piden aumentos salariales para poder mantener su poder adquisitivo, entonces las empresas de nuevo suben los precios para afrontar el coste y la espiral se desata.
En este sentido, el informe señala, que el aumento de los márgenes de las empresas es el gran responsable de la inflación reciente en la mayor parte de los países de la OCDE, mientras que los salarios han tenido una responsabilidad menor.
Sobre la evolución de la economía, el informe apunta que el crecimiento económico en la OCDE será moderado en 2023 y 2024, señala que el PIB del conjunto estará por debajo de la tendencia de crecimiento del 1,4%, pero repuntará en 2024 a medida que la inflación se modere. La buena noticia, es que en mayo de 2023 el empleo en toda la OCDE era de alrededor de un 3% más alto que en diciembre de 2019, por lo que se han recuperado los niveles prepandemia a pesar de la difícil situación.
La Inteligencia Artificial en el trabajo
Una preocupación que el organismo mantiene en perspectiva es la invasión de la inteligencia artificial y las consecuencias que ello puede tener en el empleo. Desde la OCDE, se han referido a ella como una herramienta sin precedente y ha incidido en la necesidad de impulsar una regulación multilateral para que su integración no ponga en riesgo las oportunidades laborales ni los derechos de los trabajadores.
El informe señala tres puntos clave: la IA amplía la gama de trabajos que se pueden automatizar, con el consecuente impacto en las plantillas; es una tecnología transversal, por lo que afectará a todos los sectores y, finalmente, advierte que la velocidad de su desarrollo no tiene precedente.
A corto plazo aún no se han visto todas las posibilidades, pero la OCDE advierte que, aunque en la actualidad la IA parece complementar muchas ocupaciones, no es necesariamente así para todos los trabajadores y pone el foco en los trabajadores menos cualificados, que son más susceptibles de ser sustituidos.