La discusión está abierta ante la posibilidad de una jubilación a los 72 años, una retirada hasta 7 años después de la edad de jubilación de hace un tiempo atrás. El hecho de trabajar hasta una edad tan avanzada genera dificultades, principalmente para la persona que debe mantenerse activa y a pleno rendimiento para la empresa, aunque nos cuidemos y no sea un trabajo físico.
Este es el problema que nadie cuenta de jubilarse a los 72 años
El tema de las pensiones en España está sobre la mesa. Hace unos años determinados profesionales podían jubilarse a los 50 años, después de haber trabajado un mínimo de años, con derecho a cobrar la pensión máxima. En los últimos tiempos todo esto ha cambiado, ahora la incógnita ya no es si jubilarse a los 68 años, sino que quieren alargarla hasta los 72 años.
Trabajar la mayor parte de nuestra vida, incluso alcanzando los 50 años cotizados para poder cobrar una pensión está en el debate. Una edad a la que no todo el mundo llega y que genera muchas dudas, especialmente en determinados colectivos a los que estos años son casi inviables.
El aplazamiento de los 68 a los 72 años plantea un considerable problema, la productividad de la persona que decide seguir trabajando. Aunque se haya cuidado mucho es probable que el rendimiento no sea el mismo que una persona con 20 o 30 años.
La media de edad de jubilación en Europa ronda los 62 años, en donde países como Islandia han llegado a los 58 años. España pretende aumentar la edad en lugar de reducirla, aunque siempre hay excepciones, no todos los colectivos deben llegar al mismo tiempo de años cotizados, la edad puede acabar siendo un problema.
Las propias empresas y la sociedad en general se pueden ver perjudicadas por ese aumento, hay que tener en cuenta que se trata de cifras que pueden afectar también al paro juvenil que está entre los más elevados de Europa. Ante unos veteranos que se quedan en el puesto de trabajo y no permiten la entrada de jóvenes valores para la empresa.