El trono de los seguros de automóviles está más caro que nunca. Y es que las dos gigantes a nivel nacional en este ramo, Mapfre y Mutua Madrileña, llevan más de un año disputándose el ser la mayor aseguradora en cuanto a facturación se refiere.
Con el fin de 2024 se ha conocido el desenlace de una batalla frenética, que vuelve a dar como ganador a Mapfre, en un año que comenzó por detrás respecto a la entidad presidida por Ignacio Garralda. En el primer trimestre, el buen desempeño de la matriz del grupo, junto al crecimiento de casi el 25% de Adeslas en la distribución de estos seguros provocó el primer sorpasso con un margen de apenas dos millones de euros. A mitad de año se revocó esta tendencia y Mapfre volvió al primer lugar, del cual no se ha bajado el resto del año. Pero los resultados aportados por la consultora Icea desvelan que Mutua Madrileña ha reducido a más de la mitad la distancia que hay entre ambas aseguradoras en apenas un año.
En el conjunto de todo el ejercicio de 2023, Mapfre facturó un total de 2.318 millones de euros, mientras que Grupo Mutua 2.018 millones. Esa brecha de 300 millones se ha reducido un 58% en apenas un año, hasta los 125 millones de euros.
Esta carrera se está ajustando cada vez más por la situación actual de Mapfre con el seguro de automóviles en España. Y es que según los últimos datos que aportó la compañía, referentes al tercer trimestre, reporta pérdidas en este ramo por valor de 30,6 millones de euros, cuando hasta septiembre de 2023 el resultado fue también negativo, pero de solo 6,1 millones.
La situación de la que parte Mutua Madrileña es completamente opuesta. La compañía presidida por Ignacio Garralda está en un momento dulce y de mucha actividad. Véase con las gestoras de activos (incremento de la participación en Orienta Capital y Alantra WM y su posterior fusión), así como con compras como la de Aurgi y Motortown.
Esta expansión del negocio va de la mano con rentabilidad, en un momento en el que el sector de los seguros del automóvil sigue sufriendo, aunque su peor momento fue en 2023. En dicho año, el conjunto de las aseguradoras acabó con un ratio combinado –índice que mide los ingresos con la siniestralidad y resto de gastos– del 101,9%, es decir, un resultado técnico negativo. En ese mismo periodo, Mutua Madrileña tuvo ese indicador en el 96,9%, aunque acusó un incremento de más de cinco puntos respecto a 2022. Mapfre en las mismas fechas reportó un ratio combinado del 103,6% en Iberia.
No se conoce un dato más reciente de Mutua Madrileña respecto a este indicador, y no se espera hasta la presentación de resultados de la compañía. Sin embargo, Icea ya adelantó que el ratio combinado del sector mejoró al 100,3% (datos hasta septiembre), y la rentabilidad fue del 3,6% gracias al resultado financiero, ya que el resultado puramente asegurador siguió reportando pérdidas.
Mutua avanzó a principios del año pasado que tan solo en enero y febrero captó 89.000 pólizas, en un avance de la compañía por ganar más cartera. Ahora está por ver si esa ambiciosa política de menor restricción en la suscripción pasa factura con menos rentabilidad. Justamente Mapfre se encuentra en una corriente completamente opuesta, y se está encargando de endurecer las condiciones, en especial en el terreno de las flotas. Según los datos aportados por su director financiero, Fernando Mata, el porcentaje total de primas «ha pasado de un 10% al 7,5%», dijo en la presentación de resultados del primer semestre.
Mapfre le aguanta la carrera a Mutua por ser la mayor aseguradora de automóviles