La inteligencia artificial tiene múltiples aplicaciones y funcionalidades que nos facilitan nuestra labor diaria y nos ayudan a ahorrar tiempo. Sin embargo, muchos trabajadores tienen miedo a usarla por la opinión que puede generarle a sus jefes.
Una de las teorías más significativas es que al 26% de los trabajadores les preocupa que los consideren vagos por usar inteligencia artificial en su trabajo, mientras que uno de cada cinco trabajadores admitió que se sentiría como si estuviera defraudando por usar la tecnología.
Necesidad de políticas en las empresas
Con esos resultados encima de la mesa, el estudio ve una necesidad de políticas claras de IA en el marco de las empresas que definan lo que se permite y se promueve en el espacio de trabajo.
Cuando se consultó a los trabajadores sobre las políticas de IA de sus empresas, sólo el 30% dijeron que su empresa había establecido políticas y recomendaciones sobre el uso de la IA en el trabajo, en EE. UU. La cifra era menor para los trabajadores de UK un 20%. Habría que ver cómo quedaría esta cifra en España y otros países de la Eurozona.
Es esencial que los empleados tengan directrices claras para comprender el papel de la IA en sus funciones, junto con la capacitación individualizada y tecnologías accesibles para aprovechar plenamente las capacidades de la IA.
Trabajadores y empresas ya están utilizando la IA para trabajar de forma más rápida e incrementar la productividad. El 55% de los ejecutivos anticipa que su empresa aprovechará la IA para establecer objetivos, mientras que el 61% cree que la IA ayudará a su empresa a alcanzar sus objetivos de forma más eficaz que con los métodos tradicionales.